Empezamos el recorrido por uno de los salones de la artista en el que vemos cómo ha usado materiales naturales para su decoración. La chimenea está encuadrada en una estructura de madera y la flanquean dos bancos del mismo material. No me acaba de convencer el color blanco alrededor de una chimenea pero hay que reconocer que ha logrado un rincón acogedor y bastante apetecible para los días de invierno.
En el salón hay muchos sitios donde sentarse, desde el chaiselongue que tenemos al lado de la chimenea hasta el sofá que hay enfrente e incluso en el banco que hay delante de la ventana. Da la sensación de que en ese cuarto siempre hay mucha gente dispuesta a pasar largas veladas charlando.Observad cómo toda la gama cromática nos remite a los ocres, desde la alfombra a las persianas y cómo toda la atención se centra en la chimenea aunque esté apagada.
En la galería podéis ver otra imagen de este salón, en la que se aprecia cómo se abre al exterior gracias a unos enormes ventanales que aportan mucha luz. Como esta casa está en Malibú podemos deducir que en invierno no baja mucho la temperatura pese a tanto contacto con el exterior.